sábado, 30 de julio de 2016

sésiom


Al irse el día se ha llevado la playa
y ha dejado una nueva en su lugar.
El mar caminas donde ayer cubriera
y un fantasma de peces y de horas,
para los que Moisés es un crustáceo más,
se quedan en su sitio hasta que dios los llame
o venga la marea a hablarles de milagros.

viernes, 29 de julio de 2016

balas benditas


Sabido el historial de la cabeza del bautista,
La Colegiata homónima en Gijón
muestra estos días la historia de la espada:
ametralladoras evisceradas del cuerpo
de modernas palomas de la guerra
escoltan el camino hacia el altar
por si las bóvedas de cañón
necesitaran ejemplos más explícitos,
o estuvieran ahí para salvaguardar
las otras mejillas del turismo.
El dios del génesis,
que encargó a Noé un acorazado,
sonríe ante el milagro de las balas.
El vino, que lo siente, despierta y se espesa.

jueves, 28 de julio de 2016

desnudo marinero


Hecha la arena de las playas
de granos de cosas que hoy no importan,
una marea de días nuevos
que van y vienen bajo el sol, idénticos,
y se adhieren al alma como costras
nos ven llegar a esta playa nudista
donde tu cuerpo es tuyo y de los otros.
Llevado hacia dentro el blanco de la piel,
el frío que sientes en los huesos
es solo el del mar al bautizarlos.

naranjo y azul


Colgados como pipos
de su piel de piedra,
quienes ascienden
el naranjo de Bulnes
a base de saberse
su superficie de memoria
ven llegar al refugio,
trescientos metros por debajo,
a un hombre que, desatado,
corre subidas y bajadas.
Y los hombres que cuelgan
y siguen vivos a fuerza
de moverse en silencio,
como si no lo hicieran,
rezan para que la roca
no vea lo que hacen con ella,
más abajo.

miércoles, 27 de julio de 2016

memento mapping


Te has quedado atrás y la neblina
se ha tumbado a ser el camino de regreso
que ahora no reconoces ni responde.
Siembras con miedo lo que helechos fueran
y te imaginas muriendo a la intemperie
que ha empezado a quitarte la vida por los ojos.
En un limbo de piedras y rastrojos
donde ni el cielo está donde lo buscas,
la muerte es una ruta más.
La sigues como se sigue un mapa.

moby and friends



Con dientes que al venir son blancos
y verdes al marchar,
el hambre de las olas muerde
los mordiscos previos que regresan
de rozar a sus presas y soltarlas.
De dientes que solo muerden dientes
el fracaso del mar engorda otro
que viaja hacia dentro y se abalanza
sobre los peces de acero que lo surcan.
Zurcido el odio hacia Achab
de bañadores y sombrillas,
la ballena de sal muerde en los barcos
el hambre que en las playas dilapida.