domingo, 4 de septiembre de 2011

y 7. El árbol de la vida


Si la evolución es desarrollo y el diseño divino, voluntad, la elección del partido republicano podría no hallar su mejor logro en haber escogido el lado más fácil, sino en aunar lo mejor de los dos mundos. Y si sus razones son más morales que racionales es porque su forma de entender la política también es creacionista: para negar lo que fuímos propone… lo que debemos ser. Como individuos y como sociedad. No hay monos en ese esquema, solo árboles. La primera paradoja es que, aunque la apariencia sea moral, esa elección es puramente evolutiva, para mejor adaptarse al medio. Cómo si no podrían sobrevivir perry y bachmann en un medio politico si la inteligencia no hubiera sido previamemente deforestada. La segunda es, por supuesto, cómo sus declaraciones inevitablemente semejan, aunque Iowa tuviera mil veces más población, las de un primate poco espabilado.
También aquí es útil saber de dónde vienes. Especialmente cuando desde el entorno de bush se marcan distancias con extremismos nuevos nacidos a la sombra de su legado. Y hacen bien. Otra cosa es entender la responsabilidad de tus actos en la proclividad ajena a equivocarse, en la depreciación de los procesos. Por ejemplo, buscar cuánto de tea party hay en el pasado reciente del partido republicano, en bush, sin duda –el gusto por la periferia de los argumentos, por el énfasis, por el atrezzo como sustituto del rigor; el populismo como estafa al servicio de intereses económicos bastardos; el patrocinio personal que convierte al candidato en acciones que poder comprar… Y eso es solo la lista corta. Lo que de bush permea en palin, perry y bachmann es mucho peor: un pueblo acostumbrado a creer que no tiene obligación de exigir la sensatez si puede confiar en la sencillez. Lo cual no es mala cosa, por supuesto, si no fuera porque lo superficial es el escondite preferido del engaño y el abuso. Perry, bachmann, palin son solo hijos obtusos del catastrófico modelo que es vender los problemas del país como producto de una visión demasiado compleja de la política, como si el mundo fuera un tractor y la economía, una palanca de dos movimientos. Que ese sea el objetivo claro de pedir menos regulación, menos impuestos, menos legislación… no el adelgazamiento del estado, sino el de la inteligencia social necesaria para distinguir a los hombres necesarios de los mediocres o en la perseverancia, de los idiotas.
Contrarios a leyes ambientales que regulen lo que uno podría llegar a hacer, al mismo tiempo, por su país y contra él; opuestos a la investigación a partir de células madre; evangelistas de la lectura bíblica literal y del ojo por ojo armado, su modelo social y económico tiende al de las bandadas de chimpancés que recorren las selvas del Congo atemorizando y arrasando. Solo su moral es creacionista, que es decir puritana. Pretendiendo justo lo contrario, miran hacia atrás, no hacia arriba. Esa esquizofrenia es el núcleo de las demás: predicar populismo financiado por donantes millonarios es otra, como su consecuencia primera: alentar un sistema fiscal que menos grava cuanto más ganas; o arrastrar a un país entero al abismo si con ello cae también el gobierno demócrata; y el más dañino: haber convencido a millones de granjeros y de ancianos de que la sencillez es justo lo opuesto al pensamiento riguroso; la complejidad, un invento de la política para engañar al pueblo americano, creado para hacerle pensar lo que no le conviene, o su versión más refinada: para hacerle pensar. Su diseño social es darwinismo destilado: el deseo expresado por michelle bachmann de reinstaurar la medida medieval del “no preguntes, no digas” que hasta hace nada prevenía a los integrantes del ejército estadounidense de hacer pública su homosexualidad, se parece mucho a elegir de líder de la manada al gorilla que más tiempo pierda en ir tras todas las hembras del árbol. Como el de perry, su cóctel de armas, petróleo y desregulación financiera es dieta de eslabón perdido. Y ninguna prueba habla más claro de nuestras raíces primates que la apelación a un dios que esté de acuerdo con sarah palin. Y casi dan ganas de que el dios de ambos exista para verle responder a su grandioso “la evolución es solo una teoría” con un más discreto “es más de lo que tú eres”.

1 comentario:

  1. ... no saben ni por dónde se andan, o sí, no sé - es decir, prefiero no saber porque puede ser desalentador- pero desde luego he visto en el zoo primates con más "coco" que estos :P

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