martes, 21 de agosto de 2012

la playa de las maravillas


Es rara la sensación de que todo está donde debe. Y en Holanda sucede allí donde miras. Hasta que miras hacia arriba. Si el lunes la prensa hablaba de calor tropical en sus calles, el sol de los dos días previos volvía irreal la idea de… hallarnos a salvo de la ola de calor propia de la que huyéramos. Es en la playa donde mejor confluyen ambos prodigios: a la casi absoluta ausencia de fealdad arquitectónica, de que todos los volúmenes son lo que debieran, se suma la certeza de que pocos de quienes llenan la arena deberían estar aquí si el clima fuera el normal. Esa sensación de Alicia: normal crecer hasta asomar por el tejado si comes de una galleta, normal menguar hasta caber en un bote si comes de otra.

1 comentario:

  1. hey! que chula la playa! al fondo sale una chica que tiene más pelo afro que yo.... jejejejeje!!

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