lunes, 23 de agosto de 2010
pongame de todo
A nuestra derecha, el manglar que por la noche es mar y de dia estepa pedregosa cuando baja la marea. Un poco mas cerca, a medias como el agua entre un estadio y otro, una mujer que nacio hombre se afana desde su puesto de duena del garito de internet, en ligar con hombres y mujeres, camara de por medio. En un pais en el que el bus que lleva de un sexo a otro transita siempre lleno, la ladyboy, menuda y desganada, parece centrar sus energias en la atencion a la pantalla que mira 13? horas diarias. Quiza porque en esta sociedad esta mal visto besarse en publico, abunda esa forma de concentracion de afectos que es ser, a la vez, los dos lados del amor.
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