viernes, 6 de agosto de 2010
Salir del templo y volver a la realidad
Senores, el hecho de que un juan escriba por el otro no es desdoblamiento de personalidad, sino quiza falta de tiempo. Asi que, mis disculpas...
Aqui va mi texto, mientras Juan Pablo llega.
Parte de una ciudad nublada y densa en trafico, Chiang Mai, en el norte de Tailandia.
Para llegar aqui he estado meditandolo, y ademas literalmente, porque el destino me ha llevado a convivir varios dias con desconocidos en un templo. Y hacerlo en silencio.
Meditar y guardar silencio, comer solo dos veces al dia (a las 6:30 y a las 11:00), y no interactuar con nadie. Y silencio. Y silencio. Y la lluvia.
Que tal? -me pregunta mi madre.
Pues, sin duda, toda una experiencia inolvidable. Recuerdo, sobre todo, las 4:30 de la manana y los ninos de apenas 11 anos que algun dia se convertiran en monjes, barriendo lo que esta limpio. Y la voz del maestro en su ingles chapucero, haciendo metaforas sobre nuestra vida y las aranas, nuestra rutina y los monos.
Asi que, mama, no te preocupes, que aplicare todo esto de alguna manera a mi vida. Y puede que tambien a mis clases de yoga en la oficina.
Salir del templo y volver al mundo real me ha llevado al campo, a las afueras de Chiang Mai mas concretamente. Y lo he hecho a lomos de un sidercar. Para que luego digan que la vida a veces no es sorprendente y maravillosa...
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Teresa, me dejas halucinada,...
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