viernes, 21 de septiembre de 2012

Biblias a dos dólares


El complejo de edificios Watergate, que diera su nombre a las escuchas telefónicas que desembocaran en la dimisión de Nixon en 1974, aparece durante el paseo en barco en la ribera derecha del Potomac, en Washington, como una estatua súbita que honrara lo que el periodismo puede hacer por un país, al que le iría mejor si votara menos por el programa electoral de la fox que por el que representa The New York Times, y que acaso cualquiera iría leyendo por la calle si no estuviera ocupado hablando a todas horas por teléfono.  

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