El descenso a la estación de metro de Concord/Washington, que parecería la
de un silo de misiles balísticos, esconde unas bóvedas dignas de un panteón.
Más exactamente, de la cripta real que Willy Decker simulara para la producción
de Don Carlo en la Ópera de Amsterdam, en 2005. Esa idea sugerente: imaginar a
Felipe II enterrando su imperio bajo el suelo de la capital de otro imperio.
De verdad piensas eso en el metro??? :P
ResponderEliminarme gusta mucho esa ópera y esa versión
ResponderEliminartranqui, en hooters pienso lo que tú