sábado, 10 de noviembre de 2012

banco y de pruebas


Diseñada como una provocación para una población caracterizada por lo barroco, la catedral neogótica de La Plata está vacía el día que la visitamos, y no es raro pensar que a la jerarquía nacional ha de resultarle difícil renunciar a llenar sus paredes semivacías con retratos de los santos patrios, sacados del Peronismo o del fútbol. Sus bancos, casi nuevos, como si nadie se hubiera sentado en ellos, sugieren esa verdad no exclusiva de estas paredes: el futuro de estos pasillos no habla de fieles sino de espectadores. 

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