domingo, 24 de julio de 2011

Dias de vino y mercer


Muy cerca del único lugar del cementerio de Bonaventure, en Savannah, en el que un hombre ganara su derecho legal a poner un banco junto a su tumba en el que quien quisiera pudiera tomarse un Martini a su salud, está la tumba del hombre que escribiera la letra de days of wine and roses, de Moonriver, de Autumn leaves, de My shining hour, de Come rain or come shine. Y quizá por eso también aquí hay un banco en el que poder sentarse a leer los nombres de 19 de sus canciones, que acaso sea legal poder tararear. Solo que el mármol es rara materia para melodías tan vivas, tan locuaces, tan hechas para contar sueños que la muerte bien pudiera ser solo una versión más. Hasta cuatro ramas del apellido Mercer se congregan en los alrededores. Como si fuera un estribillo imposible de no tararear.

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