martes, 26 de julio de 2011

El asesino es el tenedor



Sin saber qué aspecto específico del restaurante Mrs. Wilkes la guía especifique, probablemente se refiere a esperar dos horas para poder entrar. Porque una vez en la mesa, la muerte de la que habla la portada es más probable que la digestión. Las guías que uno lleva solo cuentan que es el restaurante al que has de ir si es la única comida que has de afrontar en Savannah. Es al sentarte que uno descubre que no hay carta y sí 27 platos en la mesa de los que puedes servirte tanto como quieras. Dado lo rico que está todo, lo que para un europeo es una amenaza, para no pocos norteamericanos ha de ser una apuesta segura contra sí mismos. Es entre el séptimo y el octavo plato que entiendes el paso bamboleante con que has visto salir a montañas humanas de sus puertas. Cómo a Goliath le corre David por dentro, convertido en salsa de maiz o alubias rojas.

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