Y si la forma de conducir en estas tierras fuera solo un
método tolerado, dadas las formas menos humanitarias de matar que han sufrido
durante décadas. Ese contraste: mientras las esquelas que empapelan algunas
calles recuerdan, a todo color, a quienes ya no están, quienes conducen en esta
isla tratan a los peatones vivos como si fueran hologramas. Qué clase de
venganza y contra qué.
No hay comentarios:
Publicar un comentario