lunes, 15 de octubre de 2012

la mujer-trazado


Morena, esbelta, nerviosa, festiva, C. regenta el establecimiento en que dormimos en Catania como podría emplear las horas en posar para el estereotipo de mujer siciliana. Solo que su nervio, hecho de resortes esculpidos en su rostro, también pudiera contener al hombre siciliano, descontada la cuota taciturna de la que parece ser incapaz. Mezclada entre cuatro paredes con rumanos, japoneses, belgas, franceses y españoles, su sangre late a otra velocidad. Quizá porque recorre sus venas como el tráfico recorre las calles. Eso explicaría la profusión de comida disponible al sentarte a la mesa a desayunar. Está hecha por cuatro manos. 

1 comentario:

  1. que bonita descripción...dan ganas de conocerla! parece una gran mujer en tus líneas!

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