miércoles, 17 de octubre de 2012

omertá y demanda


Las guías no mienten sobre los mercados de Palermo. Vivir, como morir, es aquí barato. Simbolizando el precio bien pagado de las cosas, del 22 al 29 de enero podrá verse en el Teatro Massimo de Palermo la versión de Terry Gilliam de La condenación de Fausto, de Berlioz. No hace falta sentarse en el asiento del palco real que ocupara Pacino/Corleone en el final de El Padrino III para entender lo que va del respeto al miedo. Y sin embargo los tres están atados al mismo sentimiento: Pacino vende su alma sin remedio, como lo hiciera Fausto. Berlioz tendría miedo de Gilliam. Los tres saben lo que hacen, por supuesto.  

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