Amarillo, rojo, finalmente azul cielo, el coche que tenemos ha acabado pareciéndose al que buscáramos tanto como el cielo de las 9 de la mañana al que aparece a las 12. Eso sí, T. tiene ahora coche para ambas horas. Insospechado como ir a comprarlo en el sitio que menos hubiéramos esperado –un concesionario oficial de una marca de coches de lujo. También como este sr. Thompson que en el viaje de 10 minutos que realizamos al probar el coche no abre la boca sino para decir por dónde hemos de girar. Como si, acostumbrado a enseñar algunos de los coches más caros que se pueden comprar en este país, este le pareciera un tigretón. O como si, habituado a enseñárselos a gente acaudalada, nosotros pareciéramos turistas aburridos. Educado, discreto, serio hasta parecer un impostor en el sector… con ese aspecto de ciudadano alemán que solo deja de serlo cuando acepta ponerse el cinturón de seguridad una vez que el coche se ha hartado de pedírselo, incluso después de hacerte fotos delante de esta hermosura da la impresión de que el coche que acabas de comprar no puede ser este si te lo ha vendido él.
lunes, 15 de agosto de 2011
El coche que fue Lunes
Amarillo, rojo, finalmente azul cielo, el coche que tenemos ha acabado pareciéndose al que buscáramos tanto como el cielo de las 9 de la mañana al que aparece a las 12. Eso sí, T. tiene ahora coche para ambas horas. Insospechado como ir a comprarlo en el sitio que menos hubiéramos esperado –un concesionario oficial de una marca de coches de lujo. También como este sr. Thompson que en el viaje de 10 minutos que realizamos al probar el coche no abre la boca sino para decir por dónde hemos de girar. Como si, acostumbrado a enseñar algunos de los coches más caros que se pueden comprar en este país, este le pareciera un tigretón. O como si, habituado a enseñárselos a gente acaudalada, nosotros pareciéramos turistas aburridos. Educado, discreto, serio hasta parecer un impostor en el sector… con ese aspecto de ciudadano alemán que solo deja de serlo cuando acepta ponerse el cinturón de seguridad una vez que el coche se ha hartado de pedírselo, incluso después de hacerte fotos delante de esta hermosura da la impresión de que el coche que acabas de comprar no puede ser este si te lo ha vendido él.
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Por favor, ¿puedes hacer frases más cortas?, que Valeria me prohibe leer tu blog porque me pongo rojo por asfixia :S
ResponderEliminarGraciaaaas.
Berni
ya me gustaría, pero es que aquí lo venden todo en tallas grandes :P
ResponderEliminarhombre, hay páginas de traducción simultánea :)
Hombre, no sigas a los demas, o, lo que es lo mismo, no sigas tu instinto. Otra cosa: Veo que nunca has usado estas páginas de traducción... :D
ResponderEliminarBerni
Por un momento creí que era yo el único que pensaba lo de la longitud de las frases ;P
ResponderEliminarNo, en el mundo mundial somos... 2... 3... 4? Al menos que quieras escribir tu blog solo para tí... Egoista :D
ResponderEliminarBerni
pero si son cortísimas... cabe cada una en... una página... casi siempre :P
ResponderEliminarTienes razón Cantinflas...
ResponderEliminarBerni