jueves, 25 de agosto de 2011

el hombre nuevo


La guerra civil llevó a México, Argentina, Venezuela a miles de exiliados españoles que en el idioma buscaron parte del hogar que dejaran. Estados Unidos no podía ofrecer el mismo lenguaje a los millones que llegaron aquí en la primera mitad del siglo XX, asi que tuvo que ofertar otras cosas. Si a ese conglomerado se le llamó Sueño americano también debió ser porque sin idioma en que poder anclarse rápidamente, las noches y sus anhelos debieron ser más negras para la inmigración europea y asiática. Como la sociedad nueva y la economía nueva, buena parte de la cultura nueva que dio de sí el siglo pasado fue alumbrada aquí mientras todo eso confluía en una hegemonía mundial arrolladora. Pero era en la Alemania nazi, en la China de Mao y en la Rusia estalinista donde el hombre nuevo se gestaba en las probetas del totalitarismo. Como una sombra perversa e innecesaria, Estados Unidos empleó los experimentos criminales de mao y stalin para engendrar su propia versión del hombre nuevo -el mcarthismo- solo que con raíces no menos ruines ni abyectas. Y es difícil saber si al delirio del colectivismo genocida debemos como reacción el individualismo feroz que yace en las tripas del capitalismo enfermo que mata empobreciendo. Sin pasado, sin nadie que te conozca, uno camina estas calles y viaja por sus carreteras con una mezcla de placer y extrañeza que es tanto la del hombre nuevo como la de hacerlo por las mismas tripas del sistema envejecido, inservible, esperando ya el relevo.

4 comentarios:

  1. No sé yo si cabe un hombre nuevo en ese sitio, teniendo en cuenta que su constitución, a la que recurren incluso a la hora de comprar el periódico, tiene como 500 años. Eso sí...la tierra del progreso le dicen... JA!

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  2. en algún lugar de sus cuerpos orondos yace el hombre nuevo... bajo capas y capas :P

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  3. ... habría que levantar muchas capas... :P

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