En lo que quizá explica porqué el seguro de un coche cuesta aquí tanto como alquilar un vehículo durante una semana, los abogados ocupan las vallas gigantes sitas en los márgenes de las autopistas, mientras los aspirantes a senador, sheriff o concejal del distrito se anuncian en modestos carteles idénticos, clavados, a veces unos junto a otros, en las medianas de las avenidas o trozos de césped sin dueño claro, como anuncios de restaurantes pequeños. El reordenamiento también es su simultaneidad: el dueño del hotel/restaurante que, aún dudando, te abre la puerta a medianoche en Montgomery, Alabama, resulta el que se ofrece a llevarte a un hotel en el que poder dormir esa noche. Solo al día siguiente, al ver los carteles que crecen en su jardín, descubres que también es aspirante a concejal del distrito. O ese aspirante a sheriff en South Carolina cuyo currículum te encuentras en la mesa del restaurante del puerto deportivo camino de Charleston. Cómo quizá el programa político de oliver north fuera el pescado extrañamente rico que cenamos esa misma noche.
domingo, 7 de agosto de 2011
Medida clara de las cosas
En lo que quizá explica porqué el seguro de un coche cuesta aquí tanto como alquilar un vehículo durante una semana, los abogados ocupan las vallas gigantes sitas en los márgenes de las autopistas, mientras los aspirantes a senador, sheriff o concejal del distrito se anuncian en modestos carteles idénticos, clavados, a veces unos junto a otros, en las medianas de las avenidas o trozos de césped sin dueño claro, como anuncios de restaurantes pequeños. El reordenamiento también es su simultaneidad: el dueño del hotel/restaurante que, aún dudando, te abre la puerta a medianoche en Montgomery, Alabama, resulta el que se ofrece a llevarte a un hotel en el que poder dormir esa noche. Solo al día siguiente, al ver los carteles que crecen en su jardín, descubres que también es aspirante a concejal del distrito. O ese aspirante a sheriff en South Carolina cuyo currículum te encuentras en la mesa del restaurante del puerto deportivo camino de Charleston. Cómo quizá el programa político de oliver north fuera el pescado extrañamente rico que cenamos esa misma noche.
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Como me cuesta seguirte desde la BB, feliz EE UU a los dos
ResponderEliminargracias, powelson! un abrazo
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