viernes, 5 de agosto de 2011

Obras completas del refrigerador


Que alguien de la calaña de donald trump se postulara hace unos meses como aspirante fugaz a la presidencia de Estados Unidos solo se explica, fortuna personal aparte, en la facilidad con que el prestigio se reencarna aquí de un formato a otro: Paul Newman te espera en el pasillo de las salsas, Francis Ford Coppola reluce en la sección de vinos, el golfista Arnold Palmer pena su encarnación en refresco barato, el padre de la patria Samuel Adams no pasa menos frío en los congeladores de cerveza de lo que su legado en manos del Tea Party, el boxeador George Foreman es simultáneamente una olla, una sartén, una freidora. Un supermercado no resume la cultura de un país, como no lo hace una biblioteca o un museo. Pero qué raro ver llevarse cosas para la nevera que tantos no querrían en su versión original.

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